Últimamente caminamos mucho, damos paseos interminables por Miraflores o San Isidro. Desde el Olivar hasta Larcomar, desde Berlín hasta Armendáriz o simplemente una caminata de innumerables cuadras que en principio no tienen destino aparente.Me olvido del mundo mientras camino de tu mano. Siempre firme de la mía, siempre mirándome de reojo, para ver si desvió la mirada hacia otro lado. Siempre mirándonos de frente, conversando de todo y riéndonos de todo.Tu mano logra transportarme a un mundo que no conocí antes, logra aislarme de lo que nos rodea, pero sin estar ausente de ello. Me hace sentir que sólo somos tú y yo en la calle, que no existe nadie más.Y es que antes daba caminatas interminables, pero sólo. Nunca de la mano de nadie, siempre las di sólo, fumándome un cigarro escuchando alguna buena canción. En cambio hoy es diferente.Hoy las doy acompañado del ser más maravilloso que he conocido y que conoceré. Las doy con una sonrisa en la cara y sin tener que pensar que va a ser de mi vida, por que eso ya está clarísimo.Las doy de tu mano, la única mano que me sujeta, la única mano que me acompaña, la única mano que me da confianza, la única mano que me da cariño. Doy esas caminatas sin pensar en el tiempo ni el cansancio, simplemente camino y disfruto de tu compañía.Hace ya un buen tiempo que camino de tu mano, te animas a dar otra vuelta conmigo, pero esta vez disfrutar de paisajes diferentes, gente diferente, pero la misma mano...la tuya.
lunes, 14 de abril de 2008
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